jueves, 28 de junio de 2007

DeSaRroLLo

Leyó la nota una y otra vez sin encontrarle pies ni cabeza. Trató de recordar de quién era esa letra y se le ocurrió preguntar en el front desk quién la había dejado para él. La respuesta que recibió le dejó, si no igual, peor de lo que estaba. Le había dicho una agradable y antinaturalmente sonriente que se la había dejado un señor de cabello cano y camisa café. Le dijo también que el hombre le había dicho que dejaría una más durante la noche.
Decidido a pasar la noche en el lobby con el propósito de ver al hombre que le había dejado tan misteriosa nota. Lo más extraño era que fuese de otro hombre. La nota decía: te verrai bientôt, je t´aime. Por un momento llegó a pensar que sería de parte de Bàrtok, pero recordó lo que le dijo la mujer acerca de un hombre con cabello cano. Definitivamente su Bàrtok no tenía el cabello cano.
Llamó a su asistente para reprogramar la cena para el día siguiente y para verificar su itinerario. Si no llegaba el famoso hombre, habría perdido una reservación en Le Fermette Marbeuf en vano si no lo hacía. Se acercó de nuevo al front desk y pidió que le avisaran a su suite en cuanto llegara el hombre y que lo retuvieran ahí hasta que él bajara y lo viera. Muy amablemente, como siempre, la señorita le contestó que lo harían con mucho gusto.
Ya más tranquilo, Ichabod se dirigió a su habitación y en seguida tomó el teléfono para pedir un masaje de pies. Después de indicar el nombre de la suite y su nombre, colgó y salió a su balcón para observar la ciudad que desde hacía un año no visitaba, ya que sus últimas visitas a Francia habían sido a Lyon para visitar a Bàrtok y dos veces más a Sain-Tropez, una en secreto con Bloom y ViHu y otra con ellos, Bàrtok y los padres de éste. París había estado olvidada, pero ese día, Ichabod recordó la razón por la que ésta era una de las semanas más importantes del año para el mundo de la moda.
El esplendor de sus calles, la elegancia de la gente caminando por la Place de la Concorde, el Sena, las edificaciones imponentes ante la insignificancia de las personas, la comida, la música viva a cada esquina, pero sobre todo, los recuerdos. Todas ellas razones para hacerlo pensar en retrasarse unos días para estar ahí, para vivir París como turista y no como reportero, para tener el tiempo de sentarse en el cementerio de Montparnasse sin que el celular interrumpa alguna casual conversación con un muerto ilustre para decirle que ya va tarde para la entrevista con tal o con cual, sin temor a ensuciarse al sentarse sobre una tumba húmeda simplemente por que después tiene una comida con alguien más.
Llegó finalmente el masajista y recibió su masaje, relajándose después del ajetreo del viaje y antes del agitado trajín que exige una semana como tal. Sin noticias aun del hombre de la nota, se marchó el masajista y justo después, Ichabod prendió la T.V. y al poco tiempo se quedó dormido.
Al despertar, la mañana siguiente, por un momento no supo por qué se sentía tan agitado, como con prisa. Al ver la nota en la mesilla junto a su cama, lo recordó todo y más dormido que despierto, se encaminó al front desk. Tratando de verse lo más normal y tranquilo que pudo le preguntó la señorita en el tono más amable que logró forzar, si alguien había dejado algo durante la noche. Le entregó una nota más. Casi rabioso le preguntó por qué razón, si lo había pedido, no le habían informado que habían ido a dejar una nota para él. La joven, ruborizándose le contestó que al pedirle que esperara a que bajara, había escrito algo más en la nota y le había dicho que seguramente estaba dormido y que sería descortés despertarle, que el último comentario aclararía todo.
Habiendo escuchado eso y repentinamente dándose cuenta del aspecto que debía tener con las ropas arrugadas por haber dormido sobre ellas y con el cabello casi tan revuelto como sus pensamientos, corrió hacia su habitación. Abrió apresuradamente la nota casi rompiéndola con sus dedos temblorosos. Con la misma caligrafía que la anterior, esta decía:
Ichabod,
Nous nous trouverons bientôt, promis; non aujourd'hui, non ainsi.
Atente un peu plus.
On temps voulu!
R.P.
Je te verrai à Lyon.
R.P. ... Las iniciales le hicieron comprender de inmediato quien era. ¿Cómo sabría que estaba ahí, desde un día antes? Empezó a dudar de que fuera una mala broma de alguien que quisiera distraerlo, pero si así fuera, ¿Cómo sabría que después iría a Lyon?¿Dónde averiguó las iniciales?
Con la situación se le había olvidado el tiempo. Tenía sólo una hora y media para arreglarse y llegar a tiempo al desfile de Viktor and Rolf, el cual sería en el Musée de Louvre.
Asistió al desfile y fue simplemente magnífico, realmente muy bueno, pero con todo lo que había pasado, puso poca atención, y al terminar se dirigió de regreso al Hotel de Carrion, se encaminó a su cuarto y llamó a su madre para preguntarle si sabía algo.
Después de algunos intentos, decidió llamarla otra vez más tarde y asistir a la comida previamente acordada con una de las modelos que participarían en el shooting que harían dos días después para InFashion.
Cuando logró comunicarse con su madre, ella se oía llorosa. Se negó a hablar diciendo que en verdad se sentía muy mal y que le llamaba luego.
Ichabod se encontraba más confundido de lo que había estado en mucho tiempo.

4 comentarios:

ÁcidoSulfúrico dijo...

Vaya, creo que has hecho un gran trabajo con las descripciones. Me encantó cómo describiste la ciudad. Y el suspenso ...
Muy bueno; me gustó mucho tu estilo. Lo disfruté.

"Nous nous trouverons bientôt, promis; non aujourd'hui, non ainsi." - excelente.

Un placer leeros.

Anhelo dijo...

Adore la ciudad, me senti transportada de nuevo en paris me dio nostalgia incluso, lo disfrute mucho me enkanto!

Unknown dijo...

Hola. Dejo aquí comentarios sobre planteamiento y desarrollo.

Todo va muy bien porque me intriga lo que va a suceder y porque el personaje aprovecha las digresiones que introduces (los momentos en los que la acción de la pesquisa se detiene y nos ponemos, por decirlo así, a observar sus pensamientos): sirven para mostrar su vida interior incluso mejor de lo que se consiguió en la biografía y la entrevista.

Lo que me parece necesario revisar es la textura de la historia. Puedo justificar palabras en inglés como "shooting" porque son parte, tal cual, de la vida del personaje, pero hay momentos de la redacción que llegan al lugar común y quedan mal comparados con el resto. "Al ver la nota en la mesilla junto a su cama, lo recordó todo y más dormido que despierto, se encaminó al front desk. Tratando de verse lo más normal y tranquilo que pudo le preguntó la señorita en el tono más amable que logró forzar..." El narrador hace mejor si se distingue de su personaje y, si va a ser un narrador impersonal, debe evitar los clichés que colorean el habla cotidiana pero también la limitan en el espacio y en el tiempo.

Sigue por ahí.

Lil'Drgnfly dijo...

Suspenso! Yay, me encantó, me hisiste recordar cuanto quiero París. Y describiste un poco mas su papel en el mundo de la moda, muy bueno! Ahora, creo haber notado un poco de incongruencia en la historia, checa el nombre del hotel, por que una vez mencionas un nombre y casi al final mencionas otro. Aguas!

Ah y el francés! Lol, no soy una especialista para corregir francés, yo crero que Anna puede ayudar mas allí pero me parece que es verai. Pero la verdad no sé bien, y lo demás está excelente, y dices que eres malo para el francés? Ya quiero ver frases en italiano!!!

Sigue escribiendo!!
Ils-Drgnfly