viernes, 29 de junio de 2007

DeSeNlaCe...

No sabía qué lo confundía más. Su madre llorosa o las notas. No creía que fuera de él, no entendía cómo lo podría localizar con tanta precisión, sin embargo, no se le ocurría ninguna otra explicación. R.P.... un nombre que simplemente trataba de olvidar y que casi lo había logrado, hoy lo perseguía como una memoria, como un recuerdo detestado que toma forma y se vuelve no solo un recuerdo, sino una reminiscencia corpórea de lo que fue y una profecía de lo que sería.. ¿Qué es lo que querría decirle en caso de que se encontraran?¿Qué podría él tener que decirle a Ichabod cuando toda ya había sido dicho? Y en el caso de lo que no hubiera sido dicho, se había perdido hace mucho, simples detalles que no valía la pena revisar. Ya no había nada.
Al día siguiente, al despertar, llamó de nuevo a su madre para ver si se encontraba en condiciones de responderle. Le contestó tranquila y hasta un poco alegre por la llamada. Le dijo que ella había recibido una carta de él preguntándole dónde estaba Ichabod, ella le llamó y le dijo que no tenía para qué saberlo. Ichabod se sorprendió ante este hecho, ya que no sabía que él y su madre tuvieran comunicación alguna. El le había dicho que tenía derecho a saber qué era de él y que tenía ganas de verlo. Aceptando su derrota, su madre cedió y le dio los datos del hotel donde estaría Ichabod y las fechas. Así era cómo lo había logrado. Ichabod no sabía cómo reaccionar ante esto, ciertamente no era lo que esperaba, no sabía si enojarse con su madre por haberle dado la información o si agradecérselo. Decidió esperar, ver cómo se desenvolvía todo y dejarlo correr. Si de esto resultaba algo bueno o algo malo no dependería de él, se hizo el propósito de abrirse a lo que él tuviera que decirle y a darle un breve vistazo a lo que era su vida ahora. No podía evitar sentir cierta aversión hacia él, pero finalmente, todos merecen una segunda oportunidad.
Después de arreglarse, salió del hotel pensando en que antes de hacer cualquier otra cosa debería tomar un desayuno. Comió en un tranquilo café, en donde tuvo aun más tiempo para pensar en lo que podría pasar.
Asistió en la noche al desfile de Kenzo en un edificio nuevo, de arquitectura futurista y con un cierto aire árabe. La colección no fue la mejor, Kenzo había estado presentando cosas realmente muy buenas y éste era una desviación severa. Consiguió acordar una cita con un editor de Vogue para discutir algunas opiniones en común y al salir sintió que al menos había valido la pena por eso. Al llegar al hotel, se dirigió a la recepción para preguntar si tenía correspondencia. Le entregaron un paquete considerablemente más pequeño que el pasado y se dirigió a su habitación. Abrió el paquete sobre su cama, una carta de Bloom diciéndole que llegaría a Lyon unos días más tarde junto con ViHu por que la venta del departamento se había complicado; una nota del gerente del hotel, la edición vespertina del periódico y una nueva nota de R.P.
Demain, lobby, 9,00 heures.
Ichabod sintió las palpitaciones de su corazón en su garganta, le sudaban las manos y sentía la boca seca. No sabía si asistir o no. Se tumbó aun vestido en la cama y entre pensamientos y probables frases para decir, se quedó dormido.


El lobby se le antojó más grande que de costumbre y definitivamente mucho más lleno. ¿Cómo lo iba a reconocer? Tenía años sin verlo.Recordaba su voz a la perfección, recordaba sus facciones adustas y frías, recordaba su risa burlona, sus gestos, sus ojos entrecerrados, viéndolo con decepción. Recordaba su cara, pero debió de haber cambiado, los años no pasan sin dejar rastro, en especial en una persona con carácter como el suyo.

Mientras recorría el amplio recibidor del hotel, alguien tocó levemente, casi con precaución, su espalda. Ichabod volteó y vio a un hombre con un sombrero ladeado. Su voz ronca le dijo: Bonjour, Ichabod. Se quitó el sombrero y las palabras se le congelaron en la boca. El hombre que se encontraba frente a él era Raymond Perry.

jueves, 28 de junio de 2007

DeSaRroLLo

Leyó la nota una y otra vez sin encontrarle pies ni cabeza. Trató de recordar de quién era esa letra y se le ocurrió preguntar en el front desk quién la había dejado para él. La respuesta que recibió le dejó, si no igual, peor de lo que estaba. Le había dicho una agradable y antinaturalmente sonriente que se la había dejado un señor de cabello cano y camisa café. Le dijo también que el hombre le había dicho que dejaría una más durante la noche.
Decidido a pasar la noche en el lobby con el propósito de ver al hombre que le había dejado tan misteriosa nota. Lo más extraño era que fuese de otro hombre. La nota decía: te verrai bientôt, je t´aime. Por un momento llegó a pensar que sería de parte de Bàrtok, pero recordó lo que le dijo la mujer acerca de un hombre con cabello cano. Definitivamente su Bàrtok no tenía el cabello cano.
Llamó a su asistente para reprogramar la cena para el día siguiente y para verificar su itinerario. Si no llegaba el famoso hombre, habría perdido una reservación en Le Fermette Marbeuf en vano si no lo hacía. Se acercó de nuevo al front desk y pidió que le avisaran a su suite en cuanto llegara el hombre y que lo retuvieran ahí hasta que él bajara y lo viera. Muy amablemente, como siempre, la señorita le contestó que lo harían con mucho gusto.
Ya más tranquilo, Ichabod se dirigió a su habitación y en seguida tomó el teléfono para pedir un masaje de pies. Después de indicar el nombre de la suite y su nombre, colgó y salió a su balcón para observar la ciudad que desde hacía un año no visitaba, ya que sus últimas visitas a Francia habían sido a Lyon para visitar a Bàrtok y dos veces más a Sain-Tropez, una en secreto con Bloom y ViHu y otra con ellos, Bàrtok y los padres de éste. París había estado olvidada, pero ese día, Ichabod recordó la razón por la que ésta era una de las semanas más importantes del año para el mundo de la moda.
El esplendor de sus calles, la elegancia de la gente caminando por la Place de la Concorde, el Sena, las edificaciones imponentes ante la insignificancia de las personas, la comida, la música viva a cada esquina, pero sobre todo, los recuerdos. Todas ellas razones para hacerlo pensar en retrasarse unos días para estar ahí, para vivir París como turista y no como reportero, para tener el tiempo de sentarse en el cementerio de Montparnasse sin que el celular interrumpa alguna casual conversación con un muerto ilustre para decirle que ya va tarde para la entrevista con tal o con cual, sin temor a ensuciarse al sentarse sobre una tumba húmeda simplemente por que después tiene una comida con alguien más.
Llegó finalmente el masajista y recibió su masaje, relajándose después del ajetreo del viaje y antes del agitado trajín que exige una semana como tal. Sin noticias aun del hombre de la nota, se marchó el masajista y justo después, Ichabod prendió la T.V. y al poco tiempo se quedó dormido.
Al despertar, la mañana siguiente, por un momento no supo por qué se sentía tan agitado, como con prisa. Al ver la nota en la mesilla junto a su cama, lo recordó todo y más dormido que despierto, se encaminó al front desk. Tratando de verse lo más normal y tranquilo que pudo le preguntó la señorita en el tono más amable que logró forzar, si alguien había dejado algo durante la noche. Le entregó una nota más. Casi rabioso le preguntó por qué razón, si lo había pedido, no le habían informado que habían ido a dejar una nota para él. La joven, ruborizándose le contestó que al pedirle que esperara a que bajara, había escrito algo más en la nota y le había dicho que seguramente estaba dormido y que sería descortés despertarle, que el último comentario aclararía todo.
Habiendo escuchado eso y repentinamente dándose cuenta del aspecto que debía tener con las ropas arrugadas por haber dormido sobre ellas y con el cabello casi tan revuelto como sus pensamientos, corrió hacia su habitación. Abrió apresuradamente la nota casi rompiéndola con sus dedos temblorosos. Con la misma caligrafía que la anterior, esta decía:
Ichabod,
Nous nous trouverons bientôt, promis; non aujourd'hui, non ainsi.
Atente un peu plus.
On temps voulu!
R.P.
Je te verrai à Lyon.
R.P. ... Las iniciales le hicieron comprender de inmediato quien era. ¿Cómo sabría que estaba ahí, desde un día antes? Empezó a dudar de que fuera una mala broma de alguien que quisiera distraerlo, pero si así fuera, ¿Cómo sabría que después iría a Lyon?¿Dónde averiguó las iniciales?
Con la situación se le había olvidado el tiempo. Tenía sólo una hora y media para arreglarse y llegar a tiempo al desfile de Viktor and Rolf, el cual sería en el Musée de Louvre.
Asistió al desfile y fue simplemente magnífico, realmente muy bueno, pero con todo lo que había pasado, puso poca atención, y al terminar se dirigió de regreso al Hotel de Carrion, se encaminó a su cuarto y llamó a su madre para preguntarle si sabía algo.
Después de algunos intentos, decidió llamarla otra vez más tarde y asistir a la comida previamente acordada con una de las modelos que participarían en el shooting que harían dos días después para InFashion.
Cuando logró comunicarse con su madre, ella se oía llorosa. Se negó a hablar diciendo que en verdad se sentía muy mal y que le llamaba luego.
Ichabod se encontraba más confundido de lo que había estado en mucho tiempo.

pLaNtEaMiEnTo

Salió del aeropuerto y se sintió aliviado al ver que el chauffer que le habían asignado ya estaba ahí. Era un hombre delgado y alto, pálido, decrépito, acabado a pesar de que se veía que no era de edad avanzada. Toda clase de suposiciones sobre el porqué del actual estado de su conductor se le ocurrieron a Ichabod Perry en ese momento. En realidad era más como una amontonamiento de ideas sobrepuestas que no llegaban a ningún lado y cada una, mientras se posaba sobre la anterior iba siendo más y más estúpida. Le causó dolor de cabeza y estuvo seguro de que era consecuencia del vino que había bebido durante el vuelo. Nunca había sido bueno con el alcohol y sus hermanos tenían la costumbre de decir en las fiestas que de tan solo destapar la botella ya estaba ebrio. En eso pensaba cuando se dio cuenta de que el señor ya llevaba más tiempo del que se tarda uno normalmente en subir las maletas a un auto. Asomó su cabeza por la ventanilla y no logró verlo, lo cual le hizo pensar una vez más en toda una serie de suposiciones absurdas, y le provocó un dolor más agudo en la cabeza. Finalmente el señor subió al auto.
Bonjour monsieur, je m´appelle Rèno.
Bonjour Rèno, merci.
Obviamente ya sabía hacia donde se dirigían, ya que había sido contratado específicamente para eso. Lo llevó sin más distracciones al hotel y se encargó de registrarlo. Llevó su equipaje, incluso después de haberle dicho que para eso había personal en el hotel y le dejó diciéndole que su correspondencia sería entregada de inmediato por una persona de la recepción y que también subiría alguien para desempacar sus pertenencias.
Al irse, Ichabod se recostó y casi inmediatamente llamaron a la puerta. Se levantó pesadamente y abrió. Un señor mayor, casi calvo le sonrió desde el umbral y le entregó un paquete, su correspondencia y le dijo que alguien había dejado un mensaje para él en recepción.
Ansioso, abrió el paquete y tal como lo esperaba, había una carta de bienvenida al hotel, una hoja con las extensiones para proporcionarle algún servicio y al fin, sus invitaciones a los desfiles del Fashion Week París. En medio de la emoción y la ansiedad que le provocaba saber que esta era la última vez que hacía un reportaje para la revista, se olvidó del mensaje que le habían dejado en recepción. Llegó la mucama encargada de su suite y la dejó para que hiciera su trabajo después de vestirse para salir a cenar y a dar tal vez un paseo por los alrededores.
Al pasar por el front desk mientras iba de salida, recordó lo del mensaje. Se acercó y le entregaron una nota escrita con una caligrafía que le pareció vagamente familiar, como cuando uno se acostumbra a algo, lo deja de ver por un tiempo y al retomarlo le parece algo lejano.

miércoles, 27 de junio de 2007

eNtReViSta...2a PaRtE

¿Cuál ha sido el momento en que más has sentido miedo?
En un viaje que hicimos Bloom y yo a otro estado que no conocíamos, ibamos en el coche y nos detuvo un policia. Nos intimidó y amenazó diciéndonos que de él deéndía que saliéramos de ahí. ¿Crees en Dios?
No, nunca me lo inculcaron y aun habiendo sido así, he sabido de las atrocidades que ha cometido la Iglesia en nombre de Dios y me parece incoherente.
¿Cuál es el mayor problema de tu país/mundo/familia...?
La falta de comunicación y de interés en los demás. Si hay alguien en algún problema y está en las manos de otros ayudarle, pocas veces lo hacen. El concepto de "es su problema no el mio" está muy arraigado.
Describe un momento de plena felicidad.
Durante el Fashion Week Cibeles, me mencionaron como uno de los mejores nuevos diseñadores y eso fue muy satisfactorio para mí. Al mismo tiempo el poder compartirlo con mis seres queridos y saber que ellos también estaban felices por mí, fue increible.
¿Qué soñaste anoche?
Soñé con un gato maullando en la lluvia. Yo era el gato y no podía bajar de la cerca en la que estaba. Fue muy extraño y frustrante.

eNtReViSta...

¿Cuál ha sido el mejor momento de tu vida?
Cuando se presentó mi primera colección en público, ya que nunca había presentado a gente fuera de la escuela y fue un paso que ayudó mucho a que llegara a donde estoy hoy.
¿Cuál ha sido el peor?
En una ocasión iba a presentarme en un concurso -CREAMODA- y no logré terminar los vestidos para presentar. Me confié al tiempo que tenía y no terminé.
¿Te encuentras satisfecho con tu vida?
En general sí, he logrado mas de lo que todos pensaban que lograría y me encuentro justo donde quería estar al inicio d emi carrera. En el aspecto de las relaciones, llevo una relación excelente con mi madre y he sabido mantener cerca a las personas que me han ayudado y deshechar a las que me pudieron haber impedido llegar a donde estoy hoy. Por otro lado, lamento haber perdido el contacto con mi padre desde hace años y me gustaría compartir esta etapa de mi vida con él también. Mi relación con Bàrtok está muy bien, estable, feliz y en proceso de pasar al siguiente nivel.
¿Por qué o por que´no?
Sí por que he salido adelante en casi todos mis proyectos y objetivos y emocionalmente soy muy feliz. Me duele lo de mi padre, pero no me ha impedido nada . Laboralmente me he vuelto más frío y más ajeno a los problemas de los demás y eso tampoco me tiene muy contento.
¿Quién es la persona en la que más confías y por que´?

Mi madre. Ella siempre ha estado conmigo, me ha apoydao y me ha incluso orientado. Incluso cuando hago cosas que no le parecen, sé que no me va a dar la espalda nunca y por ello me siento con toda la confianza de hablar con ella.



martes, 26 de junio de 2007

!cHaBod

Ichabod Perry nació en Calgary, Alberta (Canadá) en el año de 1985. Fue el primero de tres hermanos nacidos en el seno de una familia acomodada. Siempre fue muy consentido y preferido por su madre y su familia materna, mientras que su padre y su familia paterna lo despreciaban por su falta de rasgos típicos de la familia. Vivió en Canadá hasta los 6 años, cuando su padre fue transferido a la ciudad de México. Aprendió en muy poco tiempo a hablar perfectamente el Español y pronto se encontraba integrado en la escuela. Desde sus inicios mostró una gran sensibilidad y una sobresaliente habilidad para el dibujo, la combinación de colores, la lectura y la escritura. Más tarde descubrirían que también era hábil para la confección de prendas. Siendo un muchacho sensible, extremadamente pálido, delgado, débil
-sus hermanos le llaman frère fragile- pacifico y soñador, fue objeto de muchas de las más crueles burlas de sus compañeros más grandes y agresivos. Así transcurrió su infancia y al llegar a la secundaria, su única misión en la vida era ser invisible. Esto cambió cuando conoció a sus dos mejores amigos: Bloom (contracción de su apellido)- una niña sobre protegida y un espíritu libre en cuestión de relaciones humanas, acostumbrada a estar siempre en un círculo cerrado de confianza y seguridad- y ViHu (corto de Víctor Hugo)-un muchacho grande abandonado emocionalmente y siempre sobrepasado por su hermana mayor-. Juntos pasan las más divertidas experiencias, las más bochornosas, las más arriesgadas y las más excentricas. Hoy en día, a sus 22 años, después del divorcio de sus padres (y no tener contacto alguno con su padre), vive con sus dos amigos inseparables en un lujoso apartamento cerca de donde vive su madre. Es recién egresado de la Licenciatura en Creación,Diseño y Publicidad en Moda del Instituto de Estudios Superiores de Moda Casa de Francia, trabaja como columnista en la revista InFashion y en la revista Quo. Mantiene una relación a distancia con Bàrtok le Divënah, quien vive en Lyon, Francia y quien lo visita una vez cada dos meses. Ichabod planea estudiar un Master en Moda en la Universidad Lumière en Lyon y formalizar su relación con Bàrtok. Una vez ahí, descubrirá que la vida le tiene más de una sorpresa reservada, tendrá un reencuentro inesperado con su padre y se verá obligado a decirle la verdad por la que se separó definitivamente de él.

lunes, 25 de junio de 2007

En el aNdén...

La tomó por el brazo y la haló hacia sí mismo al tiempo en que el tren pasó a toda velocidad frente a ella. Dándose cuenta de lo que pudo haber pasado de no haberlo hecho, no pudo evitar sentirse más ligero. La chica lo miró con los ojos vidriosos y el esbozó una sonrisa que bien pudo haber querido decir "menos mal que estás bien" y trató de abrazarla. La chica hizo como si lo fuera abrazar y escuchó cómo se acercaba el siguiente tren. Estaban ahí abrazados y el piso ya vibraba por la cercanía del tren.
El se separó de ella y un momento antes de que el tren pasara, ella, la chica inocente y de mirada triste, lo tiró. Lo empujó hacia el andén y observó, ya sin esa mirada triste y vidriosa, cómo el tren pasó sobre aquel que intentó salvarla.

StarRing...staRt,staRting,starteRs

starring: today we are just sayin hello...